EN BUSCA DE UNA CORRECTA ASIGNACIÓN DE RECURSOS”
La activación de la economía debe venir acompañada de una mayor confianza de los ciudadanos que dejaron de creer en el sistema por las distintas experiencias sufridas tales como escándalos financieros de toda índole o continuas subidas de impuestos en todos los ámbitos para crear una administración cada vez más costosa con mayores servicios, algunos de los cuales son de dudoso beneficio para la sociedad.
Es cierto que algo no funciona en la economía, con emprendedores que tratan de despegar esquivando multitud de trabas administrativas y financieras impuestas por una administración sobredimensionada (Estatal, autonómica y local) y unas Entidades Financieras aprovechando la situación estructural para congelar el crédito dado en exceso en años anteriores con facilidad y que han condenado a las empresas a unos gastos desorbitados que les impiden seguir adelante, permitido por los controles administrativos del Banco de España y resto de Organismos públicos supervisores que no parece que hicieran bien la supervisión.
La solución a este problema tiene que venir dada por la correcta asignación de recursos, es decir, no recaudar vía impuestos más fondos de los que se necesitan realmente para una Administración que según cita la OCDE debería ser de unos 600.000 funcionarios y no de 3.600.000 como tenemos en la actualidad. Se requiere una Administración gestionada por profesionales de valía, nunca capitaneados por políticos de foto y poca formación que jueguen alegremente con los impuestos que sí son de todos.
Los fondos públicos tienen la finalidad de satisfacer necesidades no cubiertas de los ciudadanos. Si con ellos la Administración crea estructuras para hacer la competencia a quien paga impuestos, cometemos el error que lleva a un ciudadano a pagar más impuestos para que la Administración le haga la competencia y todo ello creando una economía administrativa irreal y sobredimensionada que destruye a las empresas que pagan impuestos, y que además agota innecesariamente los fondos públicos que deberían destinar a crear tejido económico y empresarial que a su vez genere empleo y solucione el principal problema que en la actualidad soporta nuestro país como es el desempleo.
Les pondré varios ejemplos claros de lo que cuento:
1.- La junta de Andalucía recientemente ha prorrogado por otros cinco años un programa de creación de sociedades en una especie de cartera de empresas que entregarán a un emprendedor, a las que posteriormente habrá que hacer un cambio de socios y modificar estatutos para adaptar nombre, domicilio y objeto social entre otros a la nueva circunstancia de la empresa. Todo un despilfarro de recursos que obliga a hacer tres escrituras a un mismo emprendedor en lugar de gestionar un sistema eficaz de constitución telemática de escrituras en 48 horas que evitarían todo esto. Para colmo, estas estructuras crean competencia a quien se dedica a ello (Abogados, economistas, gestores administrativos, etc. Que ya pagan impuestos por lo que generan. Si no generan estos trabajos, no pagan impuestos y esto a su vez genera una falta de recursos que obliga a recortar servicios que llegan a afectar a servicios básicos como investigación, sanidad o educación, para mí intocables en cualquier sociedad civilizada que se precie.
2.- Con fondos públicos se están creando negocios de coworking, aparcamientos, cafeterías subvencionadas que hacen la competencia a los negocios de alrededor y que pagan sus impuestos al establecimiento y a la gestión diaria del local y cuyos impuestos se destinan a subvencionar a negocios próximos a ellos. Se requiere cada vez más impuestos a los ciudadanos y a sus negocios para mantener locales cercanos que bajan sus precios por las subvenciones recibidas de los organismos públicos. Esto señores, es inconcebible.
Es cierto que la recuperación económica vendrá dada por el aumento de confianza de los ciudadanos, por la bajada radical de impuestos y por la fluidez del crédito de las entidades financieras.
Entiendo que la salida de la crisis puede venir dada por que de los 6 millones de parados, dos se constituyan en autónomos dando empleo a otros dos. Tanto autónomo es posible si miramos al pasado y vemos que en algún momento se ha perdido el norte y que adquirimos y tiramos innecesariamente lo adquirido. Hemos de recordar momentos en que se reparaba y reciclaba en lugar de tirar elementos con vida útil, es decir, retomando la actividad de los artesanos (reposteros, zapateros, granjeros de producción ecológica, modistas, etc.) lo cual tiene que venir acompañado de un cambio de habito de consumo de la población que dejará de adquirir productos nuevos para arreglar los que aún tienen uso a nivel de comercio local y no global, y todo ello con criterio social de sostenibilidad.
Nada reportará a nuestro entorno la adquisición de productos en ciertos grandes almacenes o a ciertas cadenas alimentarias que no pagan impuestos, ni generan empleo en nuestro País, sino que lo hacen en un paraíso fiscal o contratando personal sin garantías en Países emergentes cuando el nuestro sigue en decadencia.
Si todos tenemos claro que la chaqueta de piel no se debe adquirir por que mata animales indefensos, deberíamos tenerlo igual de claro al ponernos una camisa que ha ayudado, por ejemplo, a la explotación infantil en china. Se requiere urgentemente a empresas que tengan un claro criterio social de sostenibilidad (RSE) y esto en la actualidad solo lo pueden dar los negocios a nivel local y tangibles, es decir, las personas de confianza que comercian a nivel local.
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Cristóbal Garre Murcia
Emprendedor social, Abogado y Economista
