Economía Social

Cuando nos enseñaron los fundamentos de la economía, al igual que en el desarrollo del resto de ciencias sociales, hacían hincapié en la necesidad de aplicar la lógica. Si aplicamos la lógica a lo que vemos, nos damos cuenta de que algo no ha funcionado y es que existen goteras en los colegios de nuestros hijos, mucho tienen que cambiar las cosas para encuentren un empleo digno cuando estén en edad de trabajar, o lo que es peor, se les ocurra la idea de iniciar una actividad económica.

Las empresas han perdido el tiempo en la búsqueda de subvenciones y bonificaciones, que creaban gastos en la Administración Pública (nuevo personal y recursos), subiendo a la larga los impuestos para poder cubrir estos nuevos servicios. En fin, una pérdida de recursos importante, muy distante de la eficiencia de los recursos necesaria en todo sistema económico.

Por otro lado, tenemos un sistema de ayudas y subsidios que si bien ayuda al que realmente lo necesita, está provocando que algunos trabajadores hayan visto más interesante la prestación que acudir a trabajar o crear una empresa para poder dar trabajo a sus hijos. Situaciones como la de darse de baja sin enfermedad, bajar la productividad esperando a que nos despidan y el sistema de protección social que no olvidemos, paga el empresario en los seguros sociales, han llevado al cierre de empresas que a la postre no darán trabajo a nadie.

Si alguien tiene duda aún de que esta forma de economía del pelotazo nos ha llevado a la situación de desigualdad y crisis que se vive en la actualidad, que me perdone por no haber sabido explicar bien mis pensamientos.

Si creemos que existen otras formas de hacer las cosas y tratamos de cambiar el entorno, sin comisiones, ni grandes dividendos, apoyando al pequeño comercio local, creando formas distintas de hacer las cosas, impulsando a los emprendedores, facilitando el camino a quien decide iniciar un proyecto, revirtiendo parte de lo que sacamos de la economía en ella misma, probablemente tengamos en mente la economía social y tan solo nos faltará ponerla en práctica.

Para ello, es pieza clave la figura del emprendedor social. Un emprendedor no tiene en su vocabulario los términos dividendo, pelotazo ni comisiones y sin embargo maneja términos como esfuerzo, crear, prototipar, etc. Ya no son el futuro, sino el presente y ahora más que nunca hay que apoyarlos. Hemos de recordar que el emprendimiento social es el único sector de la economía en Europa que genera empleo en este último año, y esto es una realidad.

La economía social se diferencia en el compromiso social y de sostenibilidad. En lugar de dividendos, ayudamos a destinar estos recursos a crear nuevos proyectos. Si queremos que alguien inicie su actividad y creemos en las personas que conforman su equipo, les apoyaremos en la medida de nuestras posibilidades, creando redes de colaboración.

Si las Entidades Financieras tradicionales utilizan nuestro dinero para sueldos espectaculares y beneficio de unos pocos y estamos en desacuerdo con ello, podemos acudir a la Banca Ética que reinvertirá parte de su beneficio en la economía real.

Si adquirimos nuestros productos en unos grandes almacenes o en una gran franquicia, dejando morir las pequeñas tiendas de su barrio, probablemente perdamos nuestros clientes, ya que esa gran empresa no contratará nuestros servicios. Si nosotros no potenciamos a nuestros propios clientes, tan solo nos quedará quejarnos de lo mal que va la economía con la crisis. Si nuestra actitud es apoyar las iniciativas de nuestros propios clientes, tendremos la certeza y garantía de que estos no nos faltarán.

Esta debería ser la forma de actuar en toda organización. Pagar algo más para apoyar a nuestros propios clientes con la filosofía de que si a ellos les va bien, no tendrán problemas en pagar nuestros servicios. Si a esto le añades que parte del beneficio que obtengan lo dediquen al bien social de su comunidad, cada uno de nosotros tendremos un mejor lugar donde vivir.

Simplemente se  trata de un cambio de mentalidad que inevitablemente se está implantando en la Sociedad. Nosotros ya nos hemos adaptado. ¿Y tú?.